Elige las clases para principiantes. Nuestros maestros cuentan con los elementos para proponer variantes a quienes encuentran dificultades en las asanas -posturas-, pranayama -ejercicios de respiración- y meditación, haciendo uso frecuentemente de apoyos (sillas, cojines, mantas, bloques y cinturones) para que todos se beneficien al máximo de la práctica.

• Cultivar paz mental.
• Reducir tus niveles de estrés
• Ser capaz de controlar tus emociones.
• Mejorar la memoria y concentración.
• Regular tu presión arterial.
• Ayudar al buen funcionamiento de tu sistema digestivo.
• Estimular tu sistema inmunológico.
• Mejorar el funcionamiento de tus órganos y glándulas.
• Incrementar tu fuerza y flexibilidad.

• Elige la clase adecuada en función de tu edad, estado general de salud y condición física.
• Ven a tus clases con constancia y disciplina, así muy pronto verás cambios positivos en tu cuerpo y mente, incluso si ahora tienes muy poca flexibilidad y condición física.
• Asegúrate de que haya un espacio mínimo de 3 horas, entre tu última comida completa y tu sesión de Yoga. Si asistes por la mañana, en casa puedes tomar un té, un vaso pequeño de jugo o un plato pequeño de fruta
• Usa ropa cómoda pero ajustada, preferentemente de algodón.
• Asea tus pies pues estarás descalzo.
• Evita usar joyería, loción, perfume y crema.
• Por higiene, usa tu propio tapete de Yoga.
• Llega puntual a tu clase.
• Comenta con tu maestro sobre cualquier padecimiento, lesión o cirugía, para que en su caso, te haga recomendaciones especiales.
• Escucha a tu cuerpo y conoce tus límites. Evita movimientos o posturas que sientas que te lastiman.
• Respeta tu ritmo y durante la clase descansa cuando lo necesites.
• Para mujeres: En la menstruación y el embarazo hay posturas que deben evitarse. Consulta con tu maestro para que te indique posturas alternativas.